Internet y la tecnología son instrumentos que se han amoldado a nuestro día a día, provocando que en mayor o menor medida todas las personas los utilicen para hacer cosas cotidianas.
Al volverse algo tan común en nuestra sociedad, esta tecnología se ha convertido también en un nuevo medio por el que los delincuentes llevan a cabo sus planes.
Por ello, a continuación os vamos a contar cuáles son los delitos informáticos más comunes y cómo podemos prevenirlos.
¿Qué son los ciberdelitos?
“Ciberdelito” es un término utilizado de forma genérica para hacer referencia a toda aquella actividad delictiva que se lleva a cabo mediante equipos informáticos o a través de Internet.
Hay dos tipos de ciberdelitos: Los únicos, que son aquellos que se realizan de forma puntual, como la instalación de un programa para robar unas claves y los delitos periódicos, que son los que se realizan de forma rutinaria, como por ejemplo el ciberbullying.
Por desgracia son cada vez más los casos de ciberdelitos que encontramos en los Juzgados. No obstante, tenemos que añadir que no existe un artículo concreto en nuestro código penal que recoja los delitos informáticos, sino que son varios artículos con diferentes tipos delictivos que podemos encontrar.
Tipos de delitos más habituales
Son numerosos los tipos de ciberdelitos que podemos encontrarnos y además con lo rápido que evoluciona la tecnología cada vez hay más nuevos.
La mayoría de ellos son prácticamente desconocidos por la sociedad dado que no hay mucha información al respecto. Por ello, a continuación os vamos a contar cuáles son los ciberdelitos más comunes.
Phising
Es por lo general el tipo de estafa más utilizado y conocido hoy en día. Esta estafa consiste en enviar correos falsos que dirigen a los usuarios a páginas web falsas que imitan a un sitio web legítimo, con el fin de confundir al usuario para poder obtener información personal sobre los mismos, como sus claves de correo, dirección de casa o las cuentas bancarias.
Asimismo, los ciberdelincuentes también utilizan este tipo de delito para poder estafar dinero, engañando al usuario para que haga una transferencia a una cuenta.
El término proviene del término en ingles “phis”, pescar , debido a que con esta conducta el usuario o la víctima “muerde en el anzuelo”.
Suplantación identidad
El ciberdelincuente ha podido tener acceso a información nuestra y actúar suplantándonos la identidad, es decir, el delincuente se hace pasar por nosotros para hacer:
– Cometer otro delito
– Contratar algún servicio
– Realizar compras a través de internet
Dentro de todas las acciones que se pueden realizar una vez se haya suplantado la identidad, las que suelen ser más comunes son: Utilizar los datos bancarios o de tarjetas de crédito para comprar cosas por Internet o crear perfiles en las redes sociales con los datos de la persona a la que le hemos suplantado la identidad para cometer otros delitos, como amenazas o acoso.
Es importante tener en cuenta que muchas de estas suplantaciones se llevan a cabo a través de correos electrónicos, por lo que debemos estar muy atentos a los correos electrónicos que abrimos.
Acoso, amenazas y coacciones
En este caso, el autor del delito utiliza la tecnología, Internet y, especialmente, las redes sociales, para enviar mensajes donde se amenace, se insulte, coaccione o acose a la víctima.
Muchos de estos delincuentes utilizan el anonimato para realizar este tipo delictivo, pero lo que no saben es que hoy en día existen mecanismos que pueden identificar a los usuarios dejando al descubierto su identidad.
Debemos prestar especial atención a esta clase de delitos, ya que muchas de las víctimas suelen ser menores llegando a provocar consecuencias fatales en los mismos. En concreto, el ciberbullying es uno de los delitos más actuales, que consiste en todo acto que humilla, menosprecia, asusta, veja o amenaza a menores a través de los medios electrónicos.
Acceso indebido de sistemas
También conocido como Hackeo, este delito es al más básico, ya que simplemente consiste en el ingreso no autorizado a un sistema informático para conseguir o robar información confidencial.
¿Qué puedo hacer si me veo involucrado en uno de estos ciberdelitos?
Lo primero que debemos de tener en cuenta es que todos estos delitos puede ser perseguidos judicialmente, por lo que si te ves involucrado o eres victima de uno de estos delitos debes de ponerte en contacto con un abogado especializado para que te asesore y te guíe en cómo actuar.
Asimismo, alguno de los delitos son cometidos en redes sociales a través de perfiles, por lo que se puede solicitar a la plataforma que actúe al respecto, bien eliminando alguna publicación o bloqueando algún perfil.
Además, es importante que se guarden todas las pruebas que creas convenientes y que nos ayuden a demostrar el ciberdelito.